Las cumbres deberían ser ocasiones para integrar a los pueblos por encima de agendas muy puntuales –y a veces no menos técnicas– ante el común de la población. Incluso frente a los temas fundamentales que en ellas se abordan para la vida de millones de personas, no podemos dejar de rescatar que son ocasiones para el contacto palpitante y cercano entre presidentes, ministros, delegaciones de Estado y sectores empresariales privados.
En el caso de la V Cumbre de América Latina, el Caribe y la Unión Europea (ALC-UE), en que el Perú es el país anfitrión, resulta oportuno para este fin de semana –que llega el grueso de emisarios previo al arribo de los altos dignatarios y funcionarios de grandes corporaciones– dar la bienvenida a todos los visitantes que participarán en esta cita que esperamos se desenvuelva bajo el mejor de los augurios. De la parte peruana, los recibimos con brazos abiertos y espíritu fraterno. En verdad, cada peruano es un anfitrión y se congratula de recibir a todos y cada uno de sus huéspedes.
Por fortuna la tecnología actual de los medios de comunicación de prensa, en especial el Internet, contribuyen a hacer que cada ciudadano del planeta sea testigo vivencial del encuentro de las máximas autoridades en estas ocasiones tan especiales denominadas cumbres. De ahí que estos megaeventos deberían representar pasos concretos de integración y fraternidad entre los pueblos. Ese es el derrotero de nuestra civilización. No debemos olvidar este aserto, a pesar de que es un proceso lento con no pocos desencuentros, sobre todo cuando hay países en otras latitudes envueltos en conflictos bélicos. Pero estos escollos no deberían desalentarnos ni mucho menos detener el esfuerzo para seguir integrando a más habitantes en la apuesta por la democracia, el desarrollo y la paz.
Lima y Callao serán las circunscripciones en donde se desenvolverán las actividades más importantes de nuestros huéspedes. Pero al margen de las reuniones protocolares, lejos de lo que se suscriba dentro de los muros donde éstas se produzcan, el encuentro fructífero y la comunicación sincera debería intensificarse. Se trata del encuentro de seres humanos entre los que no sólo se cuentan representantes oficiales sino también comunicadores, periodistas, asesores de entidades estatales y privadas, visitantes anónimos o turistas. Bienvenida la V Cumbre ALC-UE y enhorabuena porque compartamos una fiesta de integración entre latinoamericanos y europeos.
Expreso, 10/05/2008
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