Ambos mandatarios se reencuentran en un contexto en el que se complican las relaciones bilaterales por la difusión de un informe de Interpol sobre las FARC.
La tensión cunde en vísperas de la reunión de presidentes en el marco de la V Cumbre ALC-UE. El mandatario de Venezuela, Hugo Chávez, no quiso llegar a nuestro país y reencontrarse con su colega colombiano, Álvaro Uribe, sin dejarle un mensaje que suena a advertencia y pone la dosis de tensión que, lamentablemente, parecería concentrar la atención de esta cita de líderes latinoamericanos y europeos.
"Voy a Lima con el furor que me caracteriza", fueron sus palabras previas a abordar el avión que lo trajo a Lima. Chávez declaró que las relaciones con Colombia ingresaban a "una profunda revisión", retomó una centenaria disputa territorial entre ambas naciones y acusó a la administración de Uribe de "inmoral, sinvergüenza, narcotraficante y paramilitar", y calificó de "cobarde" al ministro colombiano de Defensa, Juan Manuel Santos.
El malestar del mandatario venezolano resultó evidente luego de conocerse el resultado de las pesquisas realizadas por Interpol a la información contenida en las computadoras halladas en el campamento que las FARC tenían en territorio ecuatoriano y que fuera bombardeado por tropas colombianas el pasado 1 de marzo. De acuerdo con Interpol, Colombia no manipuló dichos archivos, que contienen información que probarían los presuntos vínculos de las FARC con autoridades de los gobiernos de Venezuela y de Ecuador.
Chávez calificó la difusión de este informe de Interpol como un "show de payasos" y cuestionó que este haya comenzado calificando de "terroristas" a las FARC. También expresó sus dudas sobre la imparcialidad de esta organización internacional. Acusó a su colega colombiano de ser el responsable de que las FARC mantengan rehenes secuestrados. "Ojalá Ingrid (Betancourt) aguante, pero creo que mientras Uribe esté ahí va a ser muy difícil (...). Y ojalá no haya un bombardeo", puntualizó.
La tensión cunde en vísperas de la reunión de presidentes en el marco de la V Cumbre ALC-UE. El mandatario de Venezuela, Hugo Chávez, no quiso llegar a nuestro país y reencontrarse con su colega colombiano, Álvaro Uribe, sin dejarle un mensaje que suena a advertencia y pone la dosis de tensión que, lamentablemente, parecería concentrar la atención de esta cita de líderes latinoamericanos y europeos.
"Voy a Lima con el furor que me caracteriza", fueron sus palabras previas a abordar el avión que lo trajo a Lima. Chávez declaró que las relaciones con Colombia ingresaban a "una profunda revisión", retomó una centenaria disputa territorial entre ambas naciones y acusó a la administración de Uribe de "inmoral, sinvergüenza, narcotraficante y paramilitar", y calificó de "cobarde" al ministro colombiano de Defensa, Juan Manuel Santos.
El malestar del mandatario venezolano resultó evidente luego de conocerse el resultado de las pesquisas realizadas por Interpol a la información contenida en las computadoras halladas en el campamento que las FARC tenían en territorio ecuatoriano y que fuera bombardeado por tropas colombianas el pasado 1 de marzo. De acuerdo con Interpol, Colombia no manipuló dichos archivos, que contienen información que probarían los presuntos vínculos de las FARC con autoridades de los gobiernos de Venezuela y de Ecuador.
Chávez calificó la difusión de este informe de Interpol como un "show de payasos" y cuestionó que este haya comenzado calificando de "terroristas" a las FARC. También expresó sus dudas sobre la imparcialidad de esta organización internacional. Acusó a su colega colombiano de ser el responsable de que las FARC mantengan rehenes secuestrados. "Ojalá Ingrid (Betancourt) aguante, pero creo que mientras Uribe esté ahí va a ser muy difícil (...). Y ojalá no haya un bombardeo", puntualizó.
CONTRA EL TERRORISMO.
Por su parte, Uribe llegó a Lima con un claro mensaje a la comunidad latinoamericana y europea: su combate frontal al terrorismo representado por las FARC.
En conferencia de prensa ofrecida en la sede de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), su primera actividad apenas llegó a Lima, el mandatario colombiano evitó responderle directamente a Chávez, pero destacó el informe de Interpol.
Sus primeras palabras fueron para resaltar que el recurrir a Interpol es una muestra de la transparencia con que actúa su gobierno. Añadió que este hecho no es aislado y que se suma a igual actitud asumida cuando se dispuso el peritaje forense a los cadáveres de los parlamentarios colombianos asesinados por las FARC y para certificar el vínculo sanguíneo entre el ex parlamentaria Clara Rojas y su hijo Enmanuel, ambos secuestrados por ese movimiento subversivo.
"Colombia no ha sido ni es un país belicista. Lo único que quiere es que sus ciudadanos vivan en paz y sin terrorismo, y que ese terrorismo que hemos sufrido durante 50 años no se extienda a los países hermanos", remarcó.
Cuando Perú.21 le insistió sobre la instalación de una base norteamericana en la zona de la Guajira, respondió que el Ministerio de Defensa de su país ha sido el encargado de dar las aclaraciones del caso.
Uribe también se refirió a su contribución a la cumbre. Expresó su preocupación por el tema del medio ambiente y dijo que el 51% del territorio de su país es selva, y que el principal enemigo de esa zona es la droga.
Más tarde, recibió un título de Doctor Honoris Causa en la Universidad San Ignacio de Loyola. En el campus de ese centro de estudios dictó una conferencia magistral en la que hizo un recuento sobre sus conceptos políticos y pidió a los demócratas mantener cinco conceptos fundamentales para la existencia de este sistema: seguridad, libertad, cohesión social, transparencia y respeto al estado de derecho y a las instituciones independientes.
Pero su conferencia magistral también significó una respuesta a las tendencias izquierdistas en algunas regiones del continente. Señaló que dividir la política en conceptos de derecha o de izquierda es anticuado.Sin embargo, demandó que las autoridades de gobierno sean sinceros y, en la mesa, reconozcan si son o no marxistas y comunistas.
También advirtió que las fórmulas estatistas ya fracasaron en América Latina. Mencionó los casos de Getulio Vargas, en Brasil; de Víctor Paz Estensoro, en Bolivia, y del general Juan Velasco Alvarado, en Perú.
"No estamos de acuerdo con los proyectos estatistas en América Latina, que perjudican la inversión privada, que quieren darles a los monopolios del Estado el manejo de los hidrocarburos", enfatizó tras recibir el reconocimiento de la ex candidata presidencial Lourdes Flores Nano.
En conferencia de prensa ofrecida en la sede de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), su primera actividad apenas llegó a Lima, el mandatario colombiano evitó responderle directamente a Chávez, pero destacó el informe de Interpol.
Sus primeras palabras fueron para resaltar que el recurrir a Interpol es una muestra de la transparencia con que actúa su gobierno. Añadió que este hecho no es aislado y que se suma a igual actitud asumida cuando se dispuso el peritaje forense a los cadáveres de los parlamentarios colombianos asesinados por las FARC y para certificar el vínculo sanguíneo entre el ex parlamentaria Clara Rojas y su hijo Enmanuel, ambos secuestrados por ese movimiento subversivo.
"Colombia no ha sido ni es un país belicista. Lo único que quiere es que sus ciudadanos vivan en paz y sin terrorismo, y que ese terrorismo que hemos sufrido durante 50 años no se extienda a los países hermanos", remarcó.
Cuando Perú.21 le insistió sobre la instalación de una base norteamericana en la zona de la Guajira, respondió que el Ministerio de Defensa de su país ha sido el encargado de dar las aclaraciones del caso.
Uribe también se refirió a su contribución a la cumbre. Expresó su preocupación por el tema del medio ambiente y dijo que el 51% del territorio de su país es selva, y que el principal enemigo de esa zona es la droga.
Más tarde, recibió un título de Doctor Honoris Causa en la Universidad San Ignacio de Loyola. En el campus de ese centro de estudios dictó una conferencia magistral en la que hizo un recuento sobre sus conceptos políticos y pidió a los demócratas mantener cinco conceptos fundamentales para la existencia de este sistema: seguridad, libertad, cohesión social, transparencia y respeto al estado de derecho y a las instituciones independientes.
Pero su conferencia magistral también significó una respuesta a las tendencias izquierdistas en algunas regiones del continente. Señaló que dividir la política en conceptos de derecha o de izquierda es anticuado.Sin embargo, demandó que las autoridades de gobierno sean sinceros y, en la mesa, reconozcan si son o no marxistas y comunistas.
También advirtió que las fórmulas estatistas ya fracasaron en América Latina. Mencionó los casos de Getulio Vargas, en Brasil; de Víctor Paz Estensoro, en Bolivia, y del general Juan Velasco Alvarado, en Perú.
"No estamos de acuerdo con los proyectos estatistas en América Latina, que perjudican la inversión privada, que quieren darles a los monopolios del Estado el manejo de los hidrocarburos", enfatizó tras recibir el reconocimiento de la ex candidata presidencial Lourdes Flores Nano.
Perú.21, 16/05/2008
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