Don Luiz Inácio Da Silva, Lula, presidente de Brasil, acaba de calentar algunos ánimos presidenciales en la víspera de la V Cumbre de A. Latina y Europa de esta semana. Le ha dicho al semanario alemán Der Spiegel que Hugo Chávez "es el mejor presidente que ha tenido Venezuela en los últimos cien años".
El interés de Der Spiegel en entrevistar a Lula se debió a que la canciller alemana Angela Merkel visitará Brasil antes de participar en la Cumbre de Lima. Lula también dijo al semanario que Europa no debiera temer a los gobiernos de izquierda en nuestra región pues "era hora de que fuera elegidos presidentes que provienen verdaderamente del pueblo". Entre otros se refirió a Evo Morales, y ratificó que estaba presto, junto con Argentina, a ayudarlo a resolver los problemas por los que pasa la democracia boliviana.
De hecho, la efusividad de Lula con Chávez debe haber molestado un poquito al presidente García. Como buen anfitrión de la V Cumbre, seguramente la pasará por alto. Los que van ser difíciles de evitar son los pronunciamientos sobre la crisis boliviana. La agenda está centrada en temas aparentemente distintos como la pobreza y el medio ambiente. Pero una parte importante de estas cumbres es el llamado diálogo político. La cuestión boliviana, dada su gravedad e importancia, tendría que merecer algunas menciones. Lo mejor sería que ellas sean coherentes con los compromisos, asumidos desde la I Cumbre de 1999, en Río, de preservar la democracia y defender la integridad territorial de nuestros países.
La OEA, con la conocida resistencia de los EEUU, ya emitió en su momento un pronunciamiento de respaldo al gobierno constitucional de Bolivia y a la integridad de su territorio. La UE se abstuvo de enviar observadores al referéndum secesionista de Santa Cruz. Toca ahora que una instancia conjunta como la Cumbre ALC-UE haga explícita una posición en línea con estos antecedentes.
La democracia es uno de los temas en los cuales hay una especial empatía entre A. Latina y Europa. Por razones de sobra conocidas, no es un tema en el cual A. Latina tenga mayor afinidad con otras potencias mundiales. Europa y AL tendrían que hacerla visible ante cada desafío real. Bolivia es uno de esos casos que ponen a prueba si las declaraciones de principios también funcionan para las circunstancias concretas y presentes.
Lo esperable de nuestro gobierno y de su cancillería, dado que son los anfitriones, y que además somos vecinos de Bolivia, es que haya tomado una oportuna iniciativa en relación con este tema. Dicen que si ese fuera el caso, Lula y muchos tienen guardados más de un elogio para el Dr. García. Y si no, sería una pena más para las ideas de Haya de la Torre, fundador de su partido, aquel que tiene en su bandera el mapa de Latinoamérica unida.
El interés de Der Spiegel en entrevistar a Lula se debió a que la canciller alemana Angela Merkel visitará Brasil antes de participar en la Cumbre de Lima. Lula también dijo al semanario que Europa no debiera temer a los gobiernos de izquierda en nuestra región pues "era hora de que fuera elegidos presidentes que provienen verdaderamente del pueblo". Entre otros se refirió a Evo Morales, y ratificó que estaba presto, junto con Argentina, a ayudarlo a resolver los problemas por los que pasa la democracia boliviana.
De hecho, la efusividad de Lula con Chávez debe haber molestado un poquito al presidente García. Como buen anfitrión de la V Cumbre, seguramente la pasará por alto. Los que van ser difíciles de evitar son los pronunciamientos sobre la crisis boliviana. La agenda está centrada en temas aparentemente distintos como la pobreza y el medio ambiente. Pero una parte importante de estas cumbres es el llamado diálogo político. La cuestión boliviana, dada su gravedad e importancia, tendría que merecer algunas menciones. Lo mejor sería que ellas sean coherentes con los compromisos, asumidos desde la I Cumbre de 1999, en Río, de preservar la democracia y defender la integridad territorial de nuestros países.
La OEA, con la conocida resistencia de los EEUU, ya emitió en su momento un pronunciamiento de respaldo al gobierno constitucional de Bolivia y a la integridad de su territorio. La UE se abstuvo de enviar observadores al referéndum secesionista de Santa Cruz. Toca ahora que una instancia conjunta como la Cumbre ALC-UE haga explícita una posición en línea con estos antecedentes.
La democracia es uno de los temas en los cuales hay una especial empatía entre A. Latina y Europa. Por razones de sobra conocidas, no es un tema en el cual A. Latina tenga mayor afinidad con otras potencias mundiales. Europa y AL tendrían que hacerla visible ante cada desafío real. Bolivia es uno de esos casos que ponen a prueba si las declaraciones de principios también funcionan para las circunstancias concretas y presentes.
Lo esperable de nuestro gobierno y de su cancillería, dado que son los anfitriones, y que además somos vecinos de Bolivia, es que haya tomado una oportuna iniciativa en relación con este tema. Dicen que si ese fuera el caso, Lula y muchos tienen guardados más de un elogio para el Dr. García. Y si no, sería una pena más para las ideas de Haya de la Torre, fundador de su partido, aquel que tiene en su bandera el mapa de Latinoamérica unida.
La República, 12/05/2008
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